MEDITACIONES

de     P. F.

Los jueces: Sansón y la esposa filisteo


Léase por favor Jueces 14


“Porque este niño será nazareo a Dios desde su nacimiento hasta el día de su muerte.”

“Y el niño creció, y Jehová lo bendijo. Y el Espíritu de Jehová comenzó a manifestarse en él en los campamentos de Dan, entre Zora y Estaol.”

“Descendió Sansón a Timnat, y vio en Timnat a una mujer de las hijas de los filisteos.”

¿Qué pasó, Sansón? ¿Por qué fuiste a Timnat? ¿Qué clase de mujer pensabas que ibas a ver en aquel lugar? No dudo yo que las hijas de los filisteos eran mujeres bien hermosas. Pero como dijo su papa a Sansón “¿No hay mujer entre las hijas de tus hermanos, ni en todo nuestro pueblo, para que vayas tú a tomar mujer de los filisteos incircuncisos?”

¿Es difícil ver la lección mis queridos jóvenes? Si era importante que Sansón se casara con una hija del pueblo suyo, ¿no es cien veces más importante que así sea entre la familia de la fe? Si vamos al mundo, seguro es que como solteros o solteras, encontraremos alguien “que nos agrada” como Sansón dijo a su padre. No es de sorpresa tampoco de que dice “Descendió Sansón a Timnat…” Si el primer paso de la vida sea en la dirección hacia abajo, ¿se sorprende que la vida sea una serie de fracasos y desgracias? El error en esta dirección (del matrimonio) es de suma importancia; si vamos a vivir vidas agradables a nuestro Señor Jesús el primer paso debe de ser de buscar nuestra pareja entre las hijas del pueblo de Dios.

La semana pasada hablábamos sobre el nazareato. El voto de nazareo era algo externo que hablaba del negar a sí mismo, como siempre hacia el Señor Jesús. “No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres…” Filipenses 2:4-9 Vemos en Sansón todo lo contrario de lo que debería haber mostrado su nazareato; en vez de negar a sí mismo “Sansón respondió a su padre: Tómame ésta por mujer, porque ella me agrada.” Como nos dice en Romanos 15:3 “Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo.” La falta de vivir la vida del nazareo llegó a ser la ruina de Sansón, pero por el momento vemos que Jehová usaba a su siervo a pesar de la debilidad y fracaso de su testimonio como juez de Israel y nazareo.

“Y Sansón descendió con su padre y con su madre a Timnat; y cuando llegaron a las viñas de Timnat, he aquí un león joven que venía rugiendo hacia él. Y el Espíritu de Jehová vino sobre Sansón, quien despedazó al león como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en su mano; y no declaró ni a su padre ni a su madre lo que había hecho.” ¿Nos sorprende que el león, uno de los tipos de Satanás, saliera contra el hombre que ha apartado del camino de la obediencia. Como nos dice en 1 Pedro 5 “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.”

En este momento, vemos que el Espíritu de Jehová vino sobre Sansón y pudo conquistar fácilmente a este león sin tener ningún hiero ni arma en su mano. Acaso tomaba la victoria sobre el león como una señal que Dios estuviera contento con sus planes pero no hay porque pensar ni presumir si apartemos de la senda de obediencia, esperemos la bendición de Dios. Somos guiados por la palabra de Dios y no por las circunstancias. ¿Se acuerda del varón de Dios, el profeta enviado al rey idólatra de Israel, Jeroboam? Su historia muy interesante se lee en 1 Reyes 13. Fue en obediencia a profetizar contra la idolatría de Jeroboam, y cuando el rey intentaba agarrarle, no pudo porque su mano quedó seca y paralizada. Pero no mucho después, cuando el mismo profeta desobedecía la voz de Jehová, sufrió de una vez la consecuencia. “Y yéndose, le topó un león en el camino, y le mató.” A Sansón las consecuencias de sus acciones se postergaban unos veinte años y Jehová le dio la victoria sobre el león en nuestro capítulo.

Quiero dejarles esta semana con dos versículos, uno de Sansón en nuestro capítulo y otro de Jonatán, hijo de Saúl y amigo de David en 1 Samuel 14; “Y volviendo después de algunos días para tomarla, se apartó del camino para ver el cuerpo muerto del león; y he aquí que en el cuerpo del león había un enjambre de abejas, y un panal de miel. Y tomándolo en sus manos, se fue comiéndolo por el camino.” “Jonatán … alargó la punta de una vara que traía en su mano, y la mojó en un panal de miel, y llevó su mano a la boca; y fueron aclarados sus ojos.” 1 Samuel 14:27

Dios mediante la semana que viene consideramos que puede indicar la miel y su uso.

FELIPE FOURNIER
3 junio de 2018